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Equipos de Visitación
Descripción del ministerio para líderes de iglesias locales

Introducción

Dios ordena que la iglesia sea una confraternidad con un propósito en común, que continuamente crezca en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios. Pablo describe la iglesia como “ . . .su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo” (Efe. 1:23).

Dios también dispone que los miembros de la iglesia “Sobrellevad los unos las cargas de los otros (Gál. 6:2) y “Por eso, animaos y edificaos unos a otros” (1 Tes. 5:11). Los que visitan la iglesia esperan recibir aprecio, ayuda espiritual y apoyo en los momentos difíciles de la vida. Sin embargo, demasiado a menudo se encuentra que la iglesia es tan impersonal y fría como las instituciones seculares.

Una iglesia fiel a la Palabra de Dios, es una iglesia amorosa. La iglesia local debe hacer planes específicos para atender a los miembros y a las visitas. Implementará con intención, por medio de la organización de equipos de visitación, los preceptos neotestamentarios de “servíos con amor los unos con los otros” (Gal. 5:13) y, “amaos unos a otros con afecto fraternal” (Rom. 12:10.

Cada creyente es llamado al ministerio y dotado por el Espíritu Santo para ejercer un ministerio específico (Efe. 4:11-12). El trabajo de visitar a los miembros en sus casas no se limita a los pastores; debe ser llevado también por aquellos que tienen las habilidades y dones para hacerlo. Igual que el pastor, cada miembro del equipo de visitación es dotado espiritualmente para esta tarea.

Responsabilidades de los Equipos de Visitación
Aunque puede variar de iglesia en iglesia, en general esta responsabilidad incluye los siguientes componentes:

1. Incorporación de nuevos miembros. Se estima que una persona recién bautizada, o recién transferida a la iglesia, no formule amistad como por lo menos con siete persona durante los primeros seis meses en la iglesia, es muy probable que dejara de asistir. Los nuevos miembros deben ser visitados durante los primeros seis meses de su bautismo, con el fin de averiguar sus necesidades, involucrarlos en la vida de la iglesia, e invitarles a eventos que se prestan para la formación de nuevas amistades. Es importante ayudar a los recién bautizados a identificar sus dones espirituales, entender la organización y planes de la iglesia, y aprenden cómo poner en práctica las normas de la iglesia.
2. Contactos con las visitas. Es imprescindible ponerse en contacto con las visitas lo más pronto posible. Esto se puede hacer por medio de llamadas telefónicas o visitas personales, según las circunstancias. Es muy apropiado que el Coordinador de Interesados haga el contacto. Luego, si la persona visita nuevamente la iglesia, o solicita una visita en casa, se puede entregar el nombre al Equipo de Visitación. En la primera visita es importante escuchar más y hablar menos, con el fin de conocer más de la vida del interesado y lo que lo motivó a visitar la iglesia. ¿Hay algo en su vida que merece la atención y cuidado de la iglesia? ¿Es la persona un ex adventista o amigo o pariente de adventistas? ¿Es posible que en alguna ocasión haya asistido a un programa o plan de la iglesia, como por ejemplo, el plan de dejar de fumar, a un seminario sobre la familia, o que haya recibido estudios bíblicos?
3. Visitas a miembros no activos. Cuando una persona interrumpe su práctica regular de asistir a la iglesia por algún motivo fuera de lo común (vacaciones o viajes de negocio, por ejemplo), probablemente representa un “grito de auxilio”. Posiblemente esté experimentando alguna situación difícil en su vida y como resultado se siente incómodo asistir a la iglesia. A menudo la raíz del problema no es directamente con la iglesia, pero la situación se complica porque los miembros de la iglesia no actúan, o no se dan cuenta, de sus necesidades. Por ejemplo, cuando un miembro de iglesia pasa por un divorcio, es común que los miembros de la iglesia se alejen por “no saben qué decir”. En situaciones como estas es cuando el Equipo de Visitación debe estar listo de “llevar los cargas los unos a los otros”, de ser buenos oidores, y hacer todo lo posible por salvar la situación. La experiencia demuestra que si se visita durante las seis semanas siguientes de la primera ausencia, nueve de cada diez se reintegrarán a la iglesia.
4. Visitas a miembros desconsolados. Merecen ser visitados de parte de la iglesia los siguientes: Los hospitalizados, los que tienen enfermedades incurables, parejas separadas o en el proceso de divorcio, los que enfrentan embarazos no deseados, miembros y familiares que se encuentran en problemas legales, familias que deben instalar a un amado en un hogar de ancianos, padres con niños discapacitados, personas que por edad o enfermedad no puedan asistir a la iglesia, los desempleados, y los que están experimentando luchas espirituales. El Equipo de Visitación juega un papel importante para satisfacer las necesidades de la iglesia. Los estudios indican que un 25% de los miembros de la iglesia puede clasificarse dentro de las categorías antes mencionadas. El pastor no puede llevar solo esa responsabilidad, espercialmente cuando tiene bajo su cargo más de una iglesia.
5. Visitas en el momento de eventos significantes de la vida. La iglesia tiene la oportunidad de proporcionar un enfoque espiritual en ocasiones de alegría, como también en las de tristeza. Los miembros del Equipo de Visitación deben visitar a familias cuyos hijos dejan la casa para asistir al colegio, los que se casan, los graduandos y sus familias, parejas con un bebé nuevo, personas en el proceso de trasladarse a la comunidad, o que se trasladan a otro lugar, y a los recién jubilados.
6. Contactos anuales. La experiencia indica que en las iglesias “saludables” los miembros reciben por lo menos una visita anual, aunque sea sólo para escuchar opiniones en cuanto al programa de la iglesia. Sin embargo, en la mayoría de las congregaciones el pastor por sí solo no puede alcanzar esa meta, a menos que los laicos le ayuden en la visitación.

Responsabilidades en la iglesia local. Corporación de la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo día. © 1997, Edición 2017. Se otorga permiso para reproducir para el uso no comercial de la iglesia local.