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El director de Ministerios de la Familia 
Descripción del ministerio para líderes de iglesias locales

Introducción

La fuerza de la iglesia se basa en la vida espiritual de sus miembros y familias. Dios espera que las familias tengan relaciones mutuamente satisfactorias (Mal. 4:6). Él desea que los esposos experimenten la unidad (Mateo. 19:5, 6); y el consejo a los padres es “no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. (Efe. 6:4).

Los principios bíblicos espirituales, físicos, intelectuales, emocionales y sociales deben inculcarse en los individuos, parejas y familias que constituyen el tejido de la confraternidad de la iglesia. Cuando la iglesia atiende a las necesidades de las familias según el ejemplo de Cristo, el resultado es unidad, confianza, y respeto mutuo entre hijos y padres y esposos—una familia satisfecha. Estas familias que gozan de relaciones armoniosas, sin duda se dedicarán más a las cosas de Dios (Col. 2:10).

La motivación principal de Ministerios de la Familia no son las crisis familiares. La meta es el funcionamiento saludable de la familia. La familia testifica ante el mundo del poder de Dios al transmitir sus valores basadas en las Escrituras y la darles expresión a esos valores se convierten en el génesis de la felicidad para cada miembro de ella. La familia es el lugar designado por Dios dónde los seres humanos pueden experimentar la plenitud del amor en sus aspectos romántico, afectuoso y retentivo.

Las familias necesitan ser educadas en cuanto a los diferentes tipos de amor y sus descripciones, y el lugar que ocupan en la vida cotidiana. El amor fomenta la salud y disminuye el estrés. “Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio” (Prov. 15:17).

Las familias necesitan desarrollar relaciones estables según el modelo de la relacion de Dios con nosotros. Él ha declarado, “No te desampararé, ni te dejaré” (Heb. 13:5). El amor de Dios es incondicional, paciente y responsable.

La familia debería ser sin duda la mejor ilustración que ofrece Dios de lo que Él es. Una familia que es espiritualmente saludable manifestará características de humildad, paciencia, esperanza, y tolerancia efectiva y responsable hacia Dios, la iglesia y sociedad.

Las responsabilidades del director de Ministerios de la Familia
Aunque puede variar de iglesia en iglesia, en general esta responsabilidad incluye los siguientes componentes:

1. Evaluación de necesidades. En cooperación con el pastor, haga un asesoramiento de las necesidades de parejas, solteros, padres solteros, niños, adolescentes, jóvenes adultos, adultos, etc. Se puede llevar a cabo con el fin de encontrar los temas que sean de interés y crecimiento espiritual para cada grupo. Las herramientas para la evaluación de necesidades tales como encuestas y formularios de investigaciones se encuentran en los materiales y recursos notados en el presente documento. Otros recursos disponibles se las encuentra en las oficinas de su conferencia local. El director de Ministerios de la Familia de su conferencia local le ofrecerá asistencia y orientación.
2. Elaboración de programas. El coordinador de Ministerios de la Familia coopera con otros líderes de la iglesia en la implementación de programas de vida familiar. Esto involucra planificación, promoción, reclutamiento y entrenamiento de voluntarios, la presentación de programas y la evaluación de los resultados. Aunque existen varios esquemas detallados y de fácil uso, los programas de éxito siempre requieren atención a los detalles, la organización adecuada, y publicidad difundida con mucho tiempo adelantado.
3. Presidir la comisión de Ministerios de la Familia. Se recomienda que en vez de continuar la tradición que toda la responsabilidad recaiga sobre una sola persona, que aún en las congregaciones más pequeñas se organice una comisión para dirigir Ministerios de la Familia. Ministerios de la Familia tiene que ver con las relaciones mutuas, y esto es precisamente uno de los puntos más importantes que se trata de enseñar, y que llegemos a imitar a Cristo en nuestras relaciones. Esto se logra mejor cuando es ejemplificado por los dirigentes y no solamente por un individuo, porque esta sensibilidad se capta más por el ejemplo que por la instrucción. Se sugiere una reunión por trimestre por esta comisión que bien pueda servir como un grupo de apoyo tanto como un grupo de trabajo. Como presidente de la comisión, su responsabilidad abarca más que la elaboración de una agenda y la dirección de discusiones. Involucra también momentos de compañerismo, oración y aprendizaje.
4. Apoyo familiar. El director de Ministerios de la Familia es miembro de la junta de iglesia y el representante de las necesidades y preocupaciones familiares de la iglesia. Las reuniones de la junta de iglesia a menudo se dedican sólo a asuntos financieros y a la dirección general de la iglesia olvidando que las congregaciones son en realidad compuestas de familias y hogares, de personas quienes tratan de vivir unidos en la fe. La responsabilidad es de conservar en la iglesia una visión de las necesidades de las familias, y lograr que la vida familiar sea una prioridad por medio de esta ministerio.
5. Fuente de información. La congregación dependerá de su conocimiento y habilidad para conseguir información sobre ministerios de la familia tener a mano una lista de referencias con profesionales cristianos que tengan buena reputación y sean de confianza para los que necesitan asistencia en alguna crisis emocional o cuales quiera sea su necesidad de apoyo. Se le advierte no involucrarse personalmente en ofrecer consejos de manera que termine “jugando a psicólogo” (a menos que ésta sea su profesión). Sin embargo, trate de desarrollar su habilidad de escuchar de tal manera que los miembros acudan a usted en confianza para expresar sus necesidades, y para pedir información. Cuando tenga noticias que informar como recursos, nombres de consejeros, citas de reuniones, pláticas, y algún seminario etc., además de publicarlas en el boletín puede tomar tiempo durante los minutos de la obra misionera obteniendo permiso adecuado y con anticipación de parte del director de Ministerios Personales.  

Responsabilidades en la iglesia local. Corporación de la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo día. © 1997, Edición 2017. Se otorga permiso para reproducir para el uso no comercial de la iglesia local.